
En 1856 se iniciaron los estudios para la extensión de una línea ferroviaria desde Asunción hasta Paraguarí. Ese fue el primer trayecto. Con la concesión de la empresa a manos inglesas, al servicio se extendió hasta Encarnación.
Las iniciativas de construcción de una línea ferroviaria en el Paraguay se dieron en 1854, en ese entonces el presidente de la República, Carlos Antonio López, contrató a unos ingenieros ingleses que tuvieron a su cargo la realización de unos estudios para la habilitación de la primera línea ferroviaria desde Asunción hasta Paraguari.
En 1856, mientras aquí los soldados del Ejército realizaban los trabajos para el tendido de vías, desmonte, terraplenado y obras de arte, en Inglaterra, la firma BLYTH procedía a cumplir los primeros pedidos del gobierno paraguayo, locomotoras, vagones, rieles, planchas de acero, asientos, etc.

Los trabajos iniciales para la construcción del tramo Asunción-Paraguarí estuvieron a cargo de George Paddison, un ingeniero inglés contratado por el gobierno.
Sobre la base de los modelos incorporados y materiales locales, el arsenal procedía al mismo tiempo a construir coches, vagones y material accesorio para las estaciones.

Entre 1857 y 1859 se incorporaron los ingenieros Jorge Thompson, Enrique Valpi y Percy Burrel, lo que permitió adelantar evidentemente los trabajos.
El primer tren local comenzó a funcionar en junio de 1861 recorriendo un corto trecho desde la estación central de Asunción hasta Trinidad.

Seis meses después ya se inauguraba además una extensión de las líneas del ferrocarril hasta la ciudad de Luque.

La extensión fue inaugurada el 25 de diciembre y, según una crónica de El Semanario, constituyó un motivo de festejo. “Las locomotivas han estado funcionando desde las cinco de la mañana hasta las doce de la noche, habiendo habido precisión de enganchar trenes extraordinarios para poder conducir la muchedumbre que acudía no solamente a Luque sino al punto intermedio de Trinidad. En Luque hubo juego de sortija, baila y mascaradas, y Trinidad una gran corrida de toros”, el periódico se refería en sus páginas.

Al promediar 1862, las vías se extendieron hasta la población de Areguá.
Cuando Francisco Solano López inauguró el ferrocarril paraguayo, el paraguayo no hace más que integrarse a la nueva tecnología comunicaciones que ya había hecho su impacto en otros países de Sudamérica

El transporte por vía férrea, tanto en términos de costos como de tiempo, constituía toda un revolución económica, y sobre su expansión habría de consolidar naciones e imperios, pero el Paraguay había resultado derrotado y desolado por la Guerra contra la Triple Alianza y en los primeros años de post guerra el ferrocarril central, que llegaba hasta Paraguarí, pasó alternativamente de manos estatales a manos privadas. Durante la guerra, la estación fue habilitada como hospital de sangre.

