
Sebastián Gaboto, llamado en castellano, o en inglés Sebastian Cabot (Venecia, nació en 1484 y murió en Londres en el año 1557), originalmente Sebastiano Caboto
Llegado a América, Caboto tuvo conocimiento, por boca de náufragos, de la anterior expedición española de Juan Díaz de Solís y de la existencia de grandes yacimientos de oro y plata. Solís había llegado a esta zona en febrero de 1516 dándole el nombre de Mar Dulce a la zona creyendo que comunicaba con el Pacífico que en 1513 había descubierto Balboa.
El relato con el descubrimiento de Alejo García llegó a la costa del Brasil llegando a los oídos de Caboto. En ese momento con una ruta planeada hacia las Molucas, fondea en Pernambuco donde se detienen varios días, entablando Caboto largas y secretas conversaciones con los jefes de la factoría portuguesa allí instalada. Caboto se entera de que el "río de Solís" ―al que algunos ya llamaban "río de la Plata"―, conducía a regiones pródigas en riquezas en plata y oro ("sierra de la plata"). Al oír las aventuras de García, Caboto abandona sus órdenes y decide dirigirse a la comarca de las riquezas.
La decisión de detenerse en el Río de la Plata llevó a la oposición de los españoles Martín Méndez (su teniente general), de Miguel de Rodas (piloto de la nave capitana) y de Francisco de Rojas (el capitán del otro buque); Caboto los desembarcó abandonándolos en una isla. Posteriormente el abandono de su misión le acarrearía ser procesado y tener que abandonar España.
En 1526 ancló en el cabo de Santa María (actualmente Punta del Este) donde hizo construir una embarcación que pudiera navegar el Mar Dulce. Encontrándose el 6 de abril de 1527 en la costa oriental del Río de la Plata en el actual departamento de Colonia en Uruguay, en la boca de un río que denominó San Lorenzo, metió dentro tres de sus embarcaciones, enviando la cuarta con el capitán Juan Álvarez Ramón a reconocer el río Uruguay, que desemboca allí, y a buscar un buen puerto.
Mientras tanto edificó una casa de paja circundada de palizada, en el sitio al cual llamó puerto de San Lázaro, en la práctica un fuerte con techos de paja y postes de madera para custodiar las embarcaciones y efectos que le podían impedir una defensa eficaz ante los indígenas del lugar.Esa pequeña fortificación de muy corta vida fue el primer asentamiento de los españoles en Uruguay y en el Río de la Plata. Recibió allí la visita de Francisco del Puerto, ex marinero de Solís, ahora experto en lengua guaraní y conocedor de la región, quien se ofreció a conducirlos río arriba. Luego los abandonaría.
Al remontar el lado oriental del río "de la Plata" en mayo de 1527 y llegados a la zona del bajo río Uruguay, ubicaron un fondeadero apropiado en el río San Salvador donde anclaron sus naves mayores. Allí ubicaron el estratégico asentamiento llamado San Salvador, excavado por arqueólogos desde 2011.
El 9 de junio de 1527 construyó un segundo fortín en la desembocadura del río Carcarañá en el río Paraná, al que dio el nombre de Sancti Spiritu, junto a poblados de timbúes, carcaraes y guaraníes, con los que los europeos pronto se enemistarían.
Este fue el primer establecimiento español en lo que hoy es territorio argentino. Al poblado que se ubica en la vecindad se lo llamó justamente Puerto Gaboto, en la provincia de Santa Fe, a unos 50 km al norte de la actual ciudad de Rosario, para conmemorar la presencia del veneciano.
En 1528 viajando por el río Paraguay, llegó hasta la altura del río Pilcomayo, por lo que es considerado el primero que navegó sus aguas y por ello se lo conoce como descubridor del Paraguay por agua, cuatro años después de su descubrimiento por tierra por Alejo García en 1524.
Caboto regresa en 1530 a España, llevando consigo la leyenda de la «sierra de Plata y las tierras del Rey Blanco». Esta leyenda fue la que indujo a Carlos I a financiar la expedición ultramarina de Pedro de Mendoza en 1536

