
En la tradición paraguaya, el mbejú es mucho más que una comida, más que un alimento para apaciguar el hambre

En la tradición paraguaya, el mbejú es mucho más que una comida, más que un alimento para apaciguar el hambre. Es considerada una receta ancestral, una leyenda hecha y derecha dentro de la población guaraní.
El mbeju es un plato tradicional paraguayo, con profundas raíces en la cultura guaraní. Su nombre proviene del guaraní "mboî yu", que significa "pan del almidón". La receta, que utiliza almidón de mandioca, grasa, leche, huevo y queso, se remonta al siglo XVIII y tiene orígenes en el pueblo indígena cario-guaraní que habitaba Asunción.
Historia y Origen:
Raíces Guaraníes:
El mbeju se relaciona con la cultura ancestral guaraní, donde la mandioca era un alimento fundamental.
Evolución:
Se cree que la receta evolucionó a partir de preparaciones más antiguas a base de maíz y mandioca, que se combinaron con ingredientes introducidos por los colonizadores españoles, como la leche y el queso.
Mitología:
En la mitología guaraní, el mbeju está asociado con la creación de la mujer y la figura de Ñande Ru Vusu (Nuestro Gran Padre).
Misiones Jesuíticas:
Durante las misiones jesuíticas, los guaraníes, que servían de intermediarios con los colonos, continuaron desarrollando y adaptando la receta.
Týra:
Junto con la chipa y la sopa paraguaya, el mbeju forma parte del "týra", término guaraní para designar alimentos que acompañan al mate cocido, té, o café.
Ingredientes y Preparación:
Ingredientes principales:
Almidón de mandioca, grasa (manteca o aceite), queso paraguayo, leche y huevo.
Preparación:
La masa se elabora con almidón de mandioca, queso y otros ingredientes, y se cocina en una sartén o paila, dándole forma de torta aplastada.
Variantes:
Existen variantes de la receta que incluyen jamón y queso, entre otros ingredientes.
Existe la idea equivocada de nombrar a la gastronomía paraguaya como «gastronomía guaraní». La gastronomía paraguaya nace de la fusión de la culinaria española y la cocina cario-guaraní, que se desarrolló por influencias de los padres franciscanos, los españoles y los criollos asuncenos, el cual tuvo lugar en Asunción y sus alrededores. Pueblos como Tobatí, Atyrá, Altos, Areguá, Ypané, Guarambaré, Itá y Yaguarón son ejemplos vivos de cómo la cultura paraguaya se desarrolló fuera y lejos de la influencia mercantil de los jesuitas. Cuando los jesuitas fueron expulsados en 1767, los nativos volvieron a su hábitat natural (la selva misionera) mas no fueron a Asunción y su zona de influencia para educar o enseñar, prueba de ello es la extinción de la cerámica jesuita y no así la franciscana que sigue viva en Itá, Areguá y Tobatí.
La cocina base de los cario-guaraníes consistía en la caza, la pesca, sus cultivos de granos, sus técnicas y métodos de cocción, así como los utensilios que elaboraban. Los primeros antecedentes del sincretismo cario-guaraní-español tuvieron lugar en la época de la fundación de Asunción y alrededores, donde posteriormente se fundaron las reducciones franciscanas de Altos, Atyrá, Guarambaré, Itá, etc. En la Gobernación del Paraguay se circunscribía una jurisdicción católica llamada «Provincia Paraguaria». Esta provincia, entonces dependiente del Virreinato del Perú, abarcaba las regiones de Paraguay, Argentina, Uruguay y partes de Bolivia, Brasil y Chile (entre 1604 y 1617). Desde 1617, la Provincia Paraguaria fue desmembrada a la Gobernación del Río de la Plata y la Gobernación del Paraguay, quedando así bajo la jurisdicción de esta última.

Posteriormente esta región pasó a pertenecer al efímero Virreinato del Río de la Plata (1776-1810). La cultura desarrollada en el Gran Paraguay fue muy fuerte, ya que los guaraníes fueron usados por los conquistadores y los evangelizadores como intermediarios con otros pueblos amerindios. Por estos motivos, la cultura paraguaya que caracteriza a Asunción se conservó fuerte en esta zona, y a su vez se extendió hacia zonas donde más tarde se introdujo el ganado vacuno, con la fundación de Corrientes en 1588, la ciudad más antigua del NEA.
En Resumen: El mbeju es más que una simple comida; es un símbolo de la rica historia y cultura paraguaya, resultado de la fusión de la tradición indígena guaraní con influencias coloniales
